lunes, 20 de noviembre de 2017

El Amor Cristiano

Si yo hablase lenguas humanas y angelicas, 
y no tengo amor, 
vengo a ser como metal que resuena,
o cimbalo que retiñe.
Y si tuviese profecia,
y entendiese todos los misterios y toda ciencia,
y si tuviese toda la fe,
de tal manera que trasladase los montes,
y no tengo amor, nada soy.
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres,
y si entregase mi cuerpo para ser quemado,
y no tengo amor, de nada me sirve.
El amor es sufrido, es benigno;
el amor no tiene envidia, 
el amor no es jactancioso, no se envanece;
no hace nada indebido,
no busca lo suyo,
no se irrita, no guarda rencor.
no se goza de la injusticia,
mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre , todo lo cree, todo lo espera,
todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser, pero 
las profecias se acabaran,
y cesaran las lenguas,
y la ciencia acabara.
Porque en parte conocemos, 
y en parte profetizamos;
mas cuando venga lo perfecto,
entonces lo que es en parte se acabara.
Cuando yo era niño,
hablaba como niño,
pensaba como niño,
juzgaba como niño;
mas cuando ya fui hombre,
deje lo que era de niño.
Ahora vemos por espejo,
oscuramente;
mas entonces veremos cara  a cara.
Ahora conozco en parte;
pero entonces conocere como fui conocido.
Y ahora permanecen la fe,
la esperanza y el amor,
estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

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