domingo, 14 de enero de 2018

Oracion de Habacuc

Oracion del profeta Habacuc, sobre Sigionot.
Oh Jehova, he oido tu palabra, y temi.
Oh Jehova, aviva tu obra en medio de los tiempos,
En medio de los tiempos hazla conocer;
En la ira acuerdate de la misericordia.
Dios vendra de Teman,
Y el Santo desde el monte de Paran.
Su gloria cubrio los cielos,
Y la tierra se lleno de su alabanza.
Y el resplandor fue como la luz;
Rayos brillantes salian de su mano,
Y alli estaba escondido su poder.
Delante de su rostro iba mortandad,
Y a sus pies salian carbones encendidos.
Se levanto, y midio la tierra;
Miro, e hizo temblar las gentes;
Los montes antiguos fueron desmenuzados,
Los collados antiguos se humillaron.
Sus caminos son eternos.
He visto las tiendas de Cusan en afliccion;
Las tiendas de la tierra de Madian temblaron.
Te airaste, oh Jehova, contra los rios?
Contra los rios te airaste?
Fue tu ira contra el mar
Cuando montaste en tus caballos ,
Y en tus carros de victoria?
Se descubrio enteramente tu arco;
Los juramentos a las tribus fueron palabra segura.
Hendiste la tierra con rios.
Te vieron y tuvieron temor los montes;
Paso la inundacion de las aguas;
El abismo dio su voz.
A lo alto alzo sus manos.
El sol y la luna se pararon en su lugar;
A la luz de tus saetas anduvieron,
Y al resplandor de tu fulgente lanza.
Con ira hollaste la tierra.
Con furor trillaste las naciones.
Saliste para socorrer a tu pueblo,
Para socorrer a tu ungido.
Traspasaste la cabeza de la casa del impio,
Descubriendo el cimiento hasta la roca.
Horadaste con sus propios dardos 
las cabezas de sus guerreros,
Que como tempestad acometieron para dispersarme,
Cuyo regocijo era como para devorar al pobre encubiertamente.
Caminaste en el mar con tus caballos,
Sobre la mole de las grandes aguas.
Oi, y se conmovieron mis entrañas ;
A la voz temblaron mis labios;
Pudricion entro en mis huesos,
y dentro de mi me estremeci;
Si bien estare quieto en el dia de la angustia,
Cuando suba al pueblo el que lo invadira con sus tropas.
Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque  falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales,
Con todo, yo me alegrare en Jehova,
Y me gozare en el Dios de mi salvacion.
Jehova el Señor es mi fortaleza,
El cual hace mis pies como de ciervas,
Y en mis alturas me hace andar.

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