“Me ejercito constantemente en conservar una conciencia irreprensible ante Dios y ante los hombres.” Hechos 24:16
La conciencia es una facultad inherente en cada uno de nosotros que se vincula con las normas que hemos aprendido , y nos recuerda constantemente sus exigencias . Es el ojo 👁 del alma que mira bien en pos de Dios, o en pos de lo que contemplamos como la regla más elevada. Esto explica por qué la conciencia es diferente en distintas personas. Si me acostumbro a mantener continuamente la norma de Dios delante de mi, la conciencia me dirigirá hacia la perfecta ley de Dios y me indicará que debo hacer. La cuestión es : ¿ voy a obedecer ? Tengo que esforzarme por mantener mi conciencia tan sensible que pueda vivir sin ofensas para nadie. Debería vivir en tan Perfecto armonía con el Hijo de Dios que el espiritu de mi mente vaya renovándose constantemente en cada circunstancia de la vida, y pueda con presteza comprobar “ cuál es la voluntad de Dios : lo bueno , lo que le agrada , y lo perfecto” ( Romanos 12:2; también Efesios 4:23).
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