Por esto Penina, que era su rival , la molestaba y se burlaba de ella, humillandola porque el Señor la había hecho estéril.
Cada año , cuando iban al templo del Señor, Penina la molestaba de este modo; por eso Ana lloraba y no comía. Entonces le decía Elcana , su marido : “ Ana , ¿ por que lloras ? ¿ Por que estas triste y no comes ? ¿ Acaso no soy para ti mejor que diez hijos?”
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