Y cuando bajaron del santuario a la ciudad, prepararon una cama en la azotea para Saúl, y Saúl se acosto. Al día siguiente , Samuel llamó a Saúl en la azotea y le dijo :
- Levántate , y sigue tu viaje.
Saúl se levantó. Después salieron él y Samuel a la calle , y cuando bajaban hacia las afueras de la ciudad , Samuel le dijo a Saúl:
- Manda al criado que se adelante, y tu espera un poco , que tengo que comunicarte lo que Dios me ha dicho. Entonces Samuel tomó un recipiente con aceite y, derramándolo sobre la cabeza de Saúl, lo besó y le dijo :
- El Señor te consagra hoy gobernante de Israel, su pueblo . Tu los gobernarás y lo librarás de los enemigos que lo rodean .
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