Todos los que servían al rey en su palacio, se ponían de rodillas e inclinaban la cabeza cuando Aman pasaba o cuando estaban delante de él, porque así lo había mandado el rey; pero Mardoqueo [que ocupaba un cargo en el gobierno ] no quiso obedecer esta orden.
Entonces los funcionarios del rey preguntaron a Mardoqueo por que no cumplía la orden dada por el rey. Y todos los días le preguntaban lo mismo, pero el no les hacía caso,
Entonces fueron a contárselo a Aman . Y cuando Aman comprobó que Mardoqueo no se arrodillaba ni inclinaba la cabeza cuando él pasaba, se llenó de indignación ; pero como ya le habían dicho de qué raza era Mardoqueo, le pareció que no bastaría con castigarlo solo a él, y empezó a pensar en cómo acabar con todos los judios que vivían en el reino de Asuero. Entonces dijo Aman al rey Asuero:
- Entre todos los pueblos que componen las provincias del reino de Su Majestad , hay uno que vive separado de los demás ; tiene leyes distintas de las de otros pueblos, y no cumple las órdenes de Su Majestad. Por lo tanto si a Su Majestad le parece bien, publíquese un decreto que ordene su exterminio , y yo por mi parte entregaré a los funcionarios de hacienda trescientos treinta mil kilos de plata para el tesoro real. [El rey le contestó: ]
- Puedes quedarte con la plata.
En cuanto a ese pueblo , haz con el lo que mejor te parezca.
El día trece del primer mes del año fueron llamados los secretarios del Rey, los cuales escribieron las órdenes de Aman y enviadas luego por medio de correos a todas las provincias del reino. En ellas se ordenaba destruir por completo , y en un solo día , a todos los judios, fueran jóvenes o viejos, niños o mujeres , y apoderarse de todos sus bienes. El día señalado era el trece del mes doce, o sea el mes de Adar. Los correos partieron inmediatamente por orden del rey , y el decreto fue publicado en la ciudad de Susa. Y mientras el rey y Aman se sentaban a brindar , en Susa reinaba la confusión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario