“ Bienaventurados los pobres de espíritu...” Mateo 5:3
Cuídate mucho de considerar al Señor solo como un maestro . Si Cristo es solo un maestro, todo lo que puedo esperar de él es frustración al establecer delante de mi normas que yo no puedo alcanzar.
¿De que sirve presentarme un ideal tan sublime si no llego a alcanzarlo? Sería más feliz si nunca lo hubiese conocido. ¿De que sirve saber que debo ser “ puro de corazón “ (5:8), hacer más que mi deber, o consagrarme totalmente a Dios si jamás llegare a conseguirlo?
He de conocer a Jesucristo como Salvador , de lo contrario Su enseñanza no tendrá otro significado para mi que el de un ideal que solo conduce a la desesperanza. Pero cuando he nacido de nuevo por el Espíritu de Dios, se que Jesucristo no vino solo a enseñar , vino a hacer de mi lo que Él enseña que debo ser.
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