“ No te excites en manera alguna a hacer lo malo “ Salmo 37:8
La inquietud siempre desemboca en pecado. Tendemos a pensar 💭 que una cierta dosis de ansiedad y de preocupación es sana y demuestra un carácter precavido, pero en realidad constituye más bien una señal de nuestra perversidad . La excitacion surge de nuestra determinación a salirnos con la nuestra. Nuestro Señor nunca se preocupó y nunca estuvo ansioso, porque Su propósito nunca fue llevar a cabo Sus propios planes, sino cumplir los planes de Dios. Excitarse en este sentido es pernicioso para un hijo de Dios.
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