miércoles, 30 de septiembre de 2020

La asignación del llamamiento


“ Ahora me gozo en mis padecimientos por vosotros, y completo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia ⛪️...” Colosenses 1:24
Este llamamiento no tiene nada que ver con la santificación personal, sino con ser hechos pan 🥖 partido y vino derramado . 
Dios nunca puede convertirnos en vino si objetamos a la mano que El escoge para exprimirnos .
Decimos : “ Si Dios emplease Sus propios dedos e hiciese de mi pan 🍞 partido y vino derramado de una forma especial , ¡entonces no objetaría ! “ 
Pero cuando para partirnos utiliza a alguien que nos disgusta , o algún conjunto de circunstancias que dijimos que jamás aceptaríamos , entonces objetamos .
Sin embargo , nunca debemos tratar de escoger nuestro propio martirio.
Si vamos a ser transformados en vino, tendremos que ser quebrantados , las uvas 🍇 no pueden ser bebidas . Solo se transforman en vino tras haber sido prensadas.

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