No estamos hechos para montes, amaneceres u otras hermosas atracciones de la vida, estas cosas ños son concedidas simplemente como momentos de inspiración.
Estamos hechos para el valle y para las cosas ordinarias de la vida , y es en ellas que hemos de demostrar nuestra resistencia y fortaleza .
Por desgracia nuestro egoísmo espiritual quiere siempre la repetición de las exaltaciones en el monte.
Pensamos que si solo pudiésemos quedarnos en la cumbre podríamos hablar y vivir como ángeles 👼 perfectos. Estas ocasiones de exaltación son excepcionales, y tienen su significado en nuestra relación con Dios , pero hemos de guardarnos de impedir que nuestro egoísmo espiritual nos quiera llevar a hacer de ellas el todo.
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