Era el dÃa antes de la Pascua , y los judios no querÃan que los cuerpos quedaran en las cruces durante el sábado, pues precisamente aquel sábado era muy solemne. Por eso le pidieron a Pilato que ordenara quebrar las piernas a los crucificados y que quitaran de allà los cuerpos. Los soldados fueron entonces y le quebraron las piernas al primero, y también al otro que estaba crucificado junto a Jesús . Pero al acercarse a Jesús , vieron que ya estaba muerto . Por eso no le quebraron las primeras.
Sin embargo, uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza , y al momento salió sangre y agua.
Cuando ya anochecÃa, llegó un hombre rico llamado José, natural de Arimatea , que también se habÃa hecho seguidor de Jesús . José fue a ver a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato ordenó que se lo dieran , y José tomó el cuerpo , lo envolvió en una sábana de lino limpia y lo puso en un sepulcro nuevo, de su propiedad , que habÃa hecho cavar en la roca . Después de tapar la entrada del sepulcro con una gran piedra, se fue. Pero MarÃa Magdalena y la otra Maria se quedaron sentadas frente al sepulcro.
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