“He aquí , como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores ...así nuestros ojos 👀 miran a Jehova nuestro Dios...” Salmo 123:2
Este versículo describe una confianza total en Dios . Así como los ojos 👀 de un siervo están clavados en su amo, nuestros ojos 👀 deberían estar dirigidos a Dios, centrados en El. Así es como se logra el conocimiento de su faz y de cómo Dios se nos revela ( véase Isaías 53:1 ). Cuando dejamos de alzar nuestra mirada a El, nuestro vigor espiritual comienza a secarse. Nuestra fuerza se desvanece , no tanto por los problemas externos que nos rodean , sino debido a pensamientos de la mente . El peligro surge cuando, abandonando tu confianza en Dios, apartas tus ojos 👀 de El. Y únicamente si te provoca un paro repentino te das cuenta de lo que has salido perdiendo . Si hay una “ fuga” espiritual en tu vida , corrígela inmediatamente. Date cuenta de que algo se interpone entre tu y Dios, y cámbialo , o elimínalo en el acto.
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