“¡Si te volvieras , oh Israel !, dice Jehova...” JeremĂas 4:1
Nuestras batallas las ganamos o las perdemos desde el principio en los lugares recĂłnditos y secretos de nuestra voluntad en la presencia de Dios, nunca a la vista del mundo 🌍. El EspĂritu de Dios me arrebata y me siento compelido a permanecer a solas con Dios y a pelear la batalla delante de Él. Mientras no haga esto, siempre serĂ© derrotado . La batalla puede durar un minuto o un año, esto dependerá de mi, no de Dios. Sea cual sea el tiempo que tome , he de pelearla a solas delante de Dios, y he de estar resuelto a ir delante de Él, a travĂ©s del infierno de la renuncia , o del rechazo . Nada ni nadie tiene poder alguno sobre aquel que ha peleado la batalla delante de Dios y ha ganado.
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