“Jesús dijo a sus discípulos: si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a sí mismo ...” Mateo 16:24.
Presta atención cuando el Espíritu de Dios esté obrando en ti . El té empuja hasta los límites de tu propia individualidad, al punto donde hay que elegir . La elección es o bien decir : “ No me rendiré “, o rendirse , quebrando la dura cáscara de la individualidad, lo que permite que emerja la vida espiritual. El Espíritu Santo la va acorralando hasta obligarla a hacer una cosa ( véase Mateo 5:23-24). Lo que en ti rehúsa “ reconciliarte con tu hermano” es tu individualidad (5:24). Dios quiere llevarte a la unión con El, pero si no estas dispuesto a ceder tu derecho a ti mismo, no puede .”...Niéguese a sí mismo...”, niegue su derecho a la propia independencia. Entonces la verdadera vida, la vida espiritual, recibe la oportunidad de crecer.
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