“Porque somos sepultados juntamente con el... a fin de que como Cristo resucitó de los muertos...asi también nosotros andemos en vida nueva.” Romanos 6:4.
Nadie experimenta una completa santificación sin pasar por un “ funeral blanco “ , el entierro de la vieja vida. Si nunca se ha presentado este momento crucial de cambio por medio de la muerte, la santificación sólo será para nosotros un sueño esquivo . Debe haber un “ funeral blanco “, una muerte que tiene tan solo una resurrección: resucitar a la vida de Jesucristo. Nada puede derrotar una vida así, pues está en unidad con Dios con el único propósito de ser su testigo. ¿Ya tuviste tu funeral blanco o estás engañando con devoción a tu propia alma?
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