“Entonces Tomas respondió y le dijo : ¡ Señor mío y Dios mío ! “ Juan 20:28.
Guárdate de cualquier cosa que contienda con tu lealtad a Jesucristo. El mayor rival de la verdadera devoción a Jesús es el servicio que realizamos para El. Resulta más fácil servir que derramarle nuestras vidas completamente a Jesús . El objetivo del llamado de Dios es su satisfacción, no simplemente que hagamos algo para El. No somos enviados para luchar a favor de Dios, sino para El nos use en sus batallas. ¿Estamos más dedicados al servicio que a Jesucristo?
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