“Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a plena luz ; y lo que ois al oído 👂, proclamadlo desde las azoteas .” Mateo 10:27.
Después de cada sesión de tinieblas , deberíamos experimentar una mezcla de deleite y de humillación.
Si solo hay deleite, podría dudarse de que hayamos realmente oído a Dios. Deberíamos experimentar deleite por haber oído 👂 hablar 🗣 a Dios , pero mayormente humillación por habernos tomado tanto tiempo ⏱ en escucharle . Entonces exclamaremos : “ ¡Cuan lento he sido en escuchar 👂 y comprender lo que Dios me estaba diciendo ! “ Y sin embargo , Dios estaba diciéndolo durante días e incluso semanas.
Pero cuando le oyes, El te concede el don de la humillación, que aporta suavidad al corazón ♥️, una fuerza que siempre te lleva a escuchar 👂 a Dios.
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