“Ha realizado en mi una buena obra .” Marcos 14:6.
A veces da la sensación de que Dios vigila si le damos incluso pequeñas ofrendas , solo para comprobar cuan genuino es nuestro amor por El. Estar rendidos a Dios es de más valor que nuestra santidad personal. El interés en nuestra santidad personal nos lleva a centrar nuestra mirada en nosotros mismos. Nos ensimismamos demasiado en la manera en que hablamos , andamos y nos presentamos , por temor a ofender a Dios . Pero “ el Perfecto amor echa fuera el temor ...” una vez que nos hemos rendido a Él ( 1 Juan 4:18 ). Deberíamos dejar de preguntarnos : ¿Sirvo yo de algo ? “ y aceptar la realidad de que ciertamente no le somos demasiado útiles. El problema no es si le somos útiles o no, sino si le somos de valor. Una vez estemos totalmente rendidos a Dios, El obrara por medio de nosotros constantemente.
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