“Levántate y come .” 1 Reyes 19:5
Cuando el Espíritu de Dios viene a nosotros, no nos da visiones gloriosas , sino que nos dice que hagamos las cosas más normales que podamos concebir. Las depresiones tienden a apartarnos de las cosas cotidianas creadas por Dios. Pero siempre que Dios interviene, Su inspiración nos conduce a realizar las cosas más naturales y sencillas , cosas en las que nunca habríamos imaginado que estaba Dios, pero que al llevarlas a cabo nos acercan a Él. La fuerza que nos viene de esta manera es un escudo contra la depresión. Pero hemos de dar el primer paso y hacerlo bajo la dirección de Dios. Si tratamos por nosotros mismos de vencer la depresión, solo conseguirémos hacerla más profunda. Pero cuando el Espíritu de Dios nos lleve instintivamente a hacer algo, en aquel momento en que lo hagamos desaparecerá la depresión.
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