“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo...” Hechos 20:24.
Resulta más fácil servir a Dios o trabajar para El sin visión y sin llamamiento, puesto que entonces deja de preocuparte lo que El te demanda. Tu sentido común , recubierto de un barniz de emoción cristiana se convierte en tu guía. Puede que llegues a prosperar y alcances más éxito desde la perspectiva del mundo, que tengas más tiempo ⏱ libre, pero estás olvidando el llamamiento de Dios. Cuando tu comisión venga verdaderamente de Jesucristo, la memoria de lo que Dios pide de ti estará siempre ahí para impulsarte a hacer Su voluntad.
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