“No fui rebelde a la visión celestial.” Hechos 26:19.
Si perdemos “ la visión celestial “ que Dios nos ha dado , nosotros somos los únicos responsables, no Dios. Perdemos la visión por nuestra propia carencia de crecimiento espiritual. Si no aplicamos nuestras creencias sobre Dios a las cuestiones cotidianas de la vida , la visión que Dios nos ha dado nunca se cumplirá . La única manera de ser obedientes a “ la visión celestial “ es entregar todo nuestro ser para Su gloria, lo mejor de nosotros para Su gloria . Y solo podremos llevarlo a cabo si nos decidimos a recordar de manera continuada la visión de Dios. Pero la piedra de toque es la obediencia a la visión en los detalles de nuestra vida diaria, cada segundo , cada hora , y no solo durante los momentos de oración personal o de reuniones públicas.
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