domingo, 12 de noviembre de 2017

Meditacion sobre los hechos poderosos de Dios

Con mi voz clame a Dios, 
A Dios clame, y el me escuchara.
Al Senor busque en el dia de mi angustia;
Alzaba a el mis manos de noche, sin descanso;
Mi alma rehusaba consuelo.
Me acordaba de Dios, y me conmovia;
Me quejaba , y desmayaba mi espiritu.
No me dejabas pegar los ojos;
Estaba yo quebrantado, y no hablaba.
Consideraba los dias desde el principio.
Los anos de los siglos.
Me acordaba de mis canticos de noche;
Meditaba en mi corazon,
Y mi espiritu inquiria:
Desechara el Senor siempre,
Y no volvera mas a sernos propicio?
Ha cesado para siempre su misericordia?
Se ha acabado perpetuamente su promesa ?
Ha olvidado Dios el tener misericordia?
Ha encerrado con ira sus piedades?
Dije: Enfermedad mia es esta;
Traere, pues, a la memoria los anos de la diestra del Altisimo.
Me acordare de las obras de JAH;
Si, hare yo memoria de tus maravillas antiguas.
Meditare en todas tus obras,
Y hablare de tus hechos.
Oh Dios, santo es tu camino;
Que Dios es grande como nuestro Dios?
Tu eres el Dios que hace maravillas;
Hiciste notorio en los pueblos tu poder.
Con tu brazo redimiste a tu pueblo,
A los hijos de Jacob y de Jose.
Te vieron las aguas , oh Dios;
Las aguas te vieron, y temieron;
Los abismos tambien se estremecieron.
Las nubes echaron inundaciones de aguas;
Tronaron los cielos,
Y discurrieron tus rayos.
La voz de tu trueno estaba en el torbellino;
Tus relampagos alumbraron el mundo;
Se estremecio y temblo la tierra.
En el mar fue tu camino,
Y tus sendas en las muchas aguas;
Y tus pisadas no fueron conocidas.
Condujiste a tu pueblo como ovejas
Por mano de Moises y de Aaron.

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