“ Todas las promesas de Dios son en El Si , y en el Amén ...” 2 Corintios 1:20
La parábola de Jesús sobre los talentos registrada en Mateo 25:14-30 era una advertencia de que es posible valorar erróneamente nuestras capacidades. Nada tiene que ver con nuestras dotes y talentos naturales, sino que se relaciona con el don del Espíritu Santo tal como fue dado en Pentecostes.
No debemos medir nuestra capacidad espiritual partiendo de nuestra educación o intelecto , ya que está se calibra sobre la base de las promesas de Dios. Si obtenemos menos que lo que Dios quiere que tengamos, puede que caigamos en el error de acusarle falsamente como hizo el siervo a su amo: “ Tu esperas de mí más que la capacidad que me has dado . Me exiges demasiado, y en tales condiciones no puedo serte fiel ahí donde tu me has puesto .” Cuando lo que está en juego es el Espíritu Omnipotente de Dios , jamás digas : “ No puedo .” Nunca dejes que las limitaciones de tu capacidad natural te condicionen . Si hemos recibido el Espíritu Santo , Dios espera que la obra del Espíritu se haga patente en nosotros.
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