El rey 🤴 Nabucodonosor mandó hacer una estatua de oro , que tenía treinta metros de alto por tres de ancho , y ordenó : “ Todo aquel que no se arrodille y adore a la estatua, será arrojado inmediatamente a un horno encendido.”
Unos caldeos aprovecharon esta oportunidad para acusar a los judios ante el rey 🤴 Nabucodonosor:
- Hay unos judios , a quienes Su Majestad puso al frente de la administración de la provincia de Babilonia, que no guardan el menor respeto por Su Majestad , ni adoran a los dioses ni a la estatua de oro que Su Majestad ha mandado levantar . Ellos son Sadrac, Mesac y Abed-negó.
Nabucodonosor se puso muy furioso, y mandó que llevaran ante él a Sadrac, Mesac y Abed-negó .
Después de escuchar al rey, ellos respondieron:
- No tenemos por qué discutir este asunto - contestaron los tres jovenes - . Nuestro Dios , a quien adoramos , puede librarnos de las llamas del horno y de todo el mal que Su Majestad quiere hacernos, y nos librará . Pero , aún si no lo hiciera , sepa bien Su Majestad que no adoraremos a sus dioses ni nos arrodillaremos ante la estatua de oro.
Al oír 👂 Nabucodonosor estas palabras , la cara se le puso roja de rabia 😤 contra los tres jovenes .
Entonces ordenó que se calentara el horno siete veces más de lo acostumbrado; luego mandó que algunos de los soldados más fuertes de su ejército ataran a Sadrac, Mesac y Abed-negó, y que los arrojaran a las llamas del horno. El horno estaba muy encendido , las llamas alcanzaron y mataron a los soldados que habían arrojado en él a los tres jovenes, los cuales cayeron atados dentro del horno.
Entonces Nabucodonosor se levantó rápidamente, y muy asombrado dijo a los consejeros de su gobierno:
- ¿ No arrojamos al fuego 🔥 a tres hombres atados ?
- Asi es - le respondieron.
- Pues yo veo cuatro hombres desatados, que caminan en medio del fuego 🔥 sin que les pase nada, y el cuarto hombre 👨🏻 tiene el aspecto de un ángel.
Y diciendo esto, Nabucodonosor se acercó a la boca del horno y gritó :
- ¡ Sadrac , Mesac y Abed- negó, siervos del Dios Altísimo , salgan y vengan aquí !
Los tres salieron de entre las llamas y los que estaban allí presentes comprobaron que ni un pelo de la cabeza se les había chamuscado ni sus vestidos se habían estropeado , y que ni siquiera olían a quemado.
En este momento Nabucodonosor exclamó : “ ¡Alabado sea el Dios de Sadrac , Mesac y Abed- negó, que envió a su ángel 😇 para salvar a sus siervos fieles !”
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