“He llevado a término la obra que me diste a realizar .” Juan 17:14
La entrega absoluta no es la entrega de nuestra vida externa, sino la rendición de nuestra voluntad.
Cuando se ha hecho esto, la entrega es total.
La mayor crisis que jamás podamos afrontar es la rendición de nuestra voluntad.
Pero Dios nunca fuerza ni ruega la voluntad de nadie al sometimiento .
Espera hasta que el hombre lo haga de buen grado.
Y una vez se ha librado esta batalla , nunca ha de volverse a librar.
Y después de la entrega absoluta , entonces ¿que?
Toda tu vida debería quedar caracterizada por un anhelo de mantener una comunión continuada con Dios.
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