“...ya sea que... hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.” 1 Corintios 10:31.
Tenemos una tendencia a buscar lo maravilloso en nuestra experiencia, y confundimos acciones heroicas por grandes héroes . Una cosa es superar una crisis con todos los honores , y otra muy distinta pasar de día en día glorificando a Dios cuando no hay testigos, ni candilejas , ni nadie que nos preste la más mínima atención . Si bien rechazamos los halos, al menos buscamos algo que haga exclamar a los demás : “ ¡Que maravilloso hombre de oración es este !” , o “ ¡Que mujer más devota es ella ! Si estas verdaderamente consagrado al Señor Jesús , habrás llegado al nivel sublime donde nadie se dará cuenta de ti.
Todo lo que se podrá ver será el poder de Dios fluyendo a través de ti en todo momento.
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