martes, 17 de noviembre de 2020

En la prision de Filipos 📖

 


[En Filipos había ] una muchacha poseída por un espíritu de adivinación . Era una esclava que, adivinando , daba a ganar mucho dinero a sus amos. [Pablo la sano en el nombre de Jesucristo.]

Pero cuando los amos de la muchacha vieron que ya no tenían más esperanza de ganar dinero por medio de ella, agarraron a Pablo y a Silas y los llevaron ante las autoridades, a la plaza principal. Los presentaron a los jueces , diciendo : 

-Estos judios están alborotando nuestra ciudad, y enseñan costumbres que nosotros no podemos admitir ni practicar , porque somos Romanos.

Entonces la gente se levanto contra ellos , y los jueces ordenaron que les quitaran la ropa y los azotaran con varas. Después de haberlos azotado mucho, los metieron en la cárcel , y ordenaron al carcelero que los vigilara con el mayor cuidado. Al recibir esta orden, el carcelero los metió en el lugar más profundo de la cárcel y los dejó con los pies sujetos en el cepo.

Pero a eso de la medianoche , mientras Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios , y los otros presos estaban escuchando, vino de repente un temblor tan fuerte que sacudió los cimientos de la cárcel.

En el mismo momento se abrieron todas las puertas , y a todos los presos se les soltaron las cadenas. 

Cuando el carcelero despertó y vio que las puertas de la cárcel estaban abiertas, sacó su espada para matarse, pues pensaba que los presos se habían escapado . Pero Pablo le gritó : 

-¡No te hagas ningún daño, que todos estamos aquí!

Entonces el carcelero pidió una luz, entró corriendo y, temblando de miedo, se echó a los pies de Pablo y de Silas . Luego los saco y les pregunto : 

- Señores , ¿que debo hacer para salvarme ?

Ellos contestaron : 

-Cree en el Señor Jesús , y obtendrás la salvación tu y tu familia .

Y les hablaron del mensaje del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. A esa misma hora de la noche, el carcelero les lavó las heridas, y luego él y toda su familia fueron bautizados . Los llevo después a su casa y les dio de comer , y él y su familia estaban muy contentos por haber creído en Dios.

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